La privacidad de los datos de los usuarios, la accesibilidad de los sistemas o su seguridad son claves para regular el uso y garantizar el éxito de la IA, tal y como destaca en este artículo Audrey Masset, responsable de Marketing de Anthology para Europa y África.
La IA ha revolucionado la manera en la que se diseña y se imparte la educación superior al proporcionar comentarios y análisis en tiempo real sobre el aprendizaje de los estudiantes. Mediante el uso de algoritmos de aprendizaje automático y análisis de datos, puede ayudar a los docentes a identificar áreas en las que el alumnado tiene dificultades y adaptar los contenidos para satisfacer sus necesidades. De esta manera, puede usarse para diseñar cursos en tiempo real mediante el análisis de datos de los estudiantes, como los niveles de participación, el progreso y el rendimiento en las evaluaciones. Además, el diseño de cursos en tiempo real mediante IA puede ayudar a los docentes a adaptarse a las circunstancias cambiantes y las situaciones imprevistas.
Consejos para el correcto uso de la IA
Cuando las instituciones deciden emplear sistemas de Inteligencia Artificial deben tener en cuenta una serie de aspectos que ayudan a regular su uso y garantizar el éxito de la educación basada en datos:
- Privacidad. Estos sistemas recogen una gran cantidad de información personal sobre los estudiantes, incluidos los hábitos de estudio, el progreso y la conducta. Además de asegurarse de que se aplican las medidas adecuadas en materia de privacidad de datos, los centros educativos deben garantizar que los datos se recopilan y se usan de manera responsable y transparente. Es necesario que se establezcan y compartan con ellos directrices claras sobre el tipo de datos que se guardan y cómo se utilizan.
- Transparencia. Los algoritmos y los procesos de toma de decisiones que usan los sistemas de IA tienen que ser transparentes y comprensibles. Los estudiantes y los profesores deben poder entender cómo se toman las decisiones y cuestionarlas si es necesario.
- Toma de decisiones. La IA no debería sustituir a los profesores o los decisores. La supervisión humana es necesaria para asegurarse de que se usa de manera adecuada y equitativa, y de que las decisiones se toman en beneficio de los estudiantes.
- Acceso universal. Los sistemas de IA deben ser accesibles a todos los estudiantes, independientemente de su nivel socioeconómico o su condición de discapacidad. Los centros educativos deben asegurarse de que los sistemas de IA no perpetúen desigualdades en la educación.
- Seguridad. Es imprescindible que los sistemas de IA sean seguros y no supongan un riesgo para el bienestar físico o emocional de los estudiantes. Abordar estas consideraciones éticas resulta esencial para asegurarse de que se utilice de manera responsable, justa y beneficiosa para ellos. Los centros educativos deben priorizar las consideraciones éticas al diseñar e implementar sistemas de IA para asegurarse de que se utilicen de manera que propicien unos resultados académicos positivos.
Fuente: Audrey Masset / educaciontrespuntocero.com