Son las dos de la tarde del viernes. A estas alturas del día y de la semana, los contenidos de Geografía e Historia de 2º de la ESO parecen muy alejados del interés del alumnado. Juanma, el profesor, les propuso a principios del trimestre leer el libro El oro de los sueños de José María Merino. Un buen texto adaptado para la comprensión de la conquista de América. Hoy hay que poner en común los resúmenes.
Uno de los estudiantes, Alonso, recurrió a ChatGPT, y le pidió un párrafo de síntesis. Esta fue la respuesta, y lo que él trajo a la clase:
“Narra la expedición de Miguel, un joven mestizo, en busca del reino de la Gran Yupaha, donde se cree que hay grandes riquezas. En su viaje, que se desarrolla en la época de la conquista de América, Miguel y su grupo, incluido su padrino y fray Bavón, enfrentan peligros en tierras salvajes e indígenas, pero lo más crucial es cómo la codicia y la complejidad de la naturaleza humana se convierten en la mayor amenaza para la expedición”.
Lectura profunda y pensamiento crítico
Leonor, por el contrario, hizo el esfuerzo de leer el libro. Nada más y nada menos que 186 páginas. Hoy los resume a viva voz en la clase. Narra la conquista de América, las aventuras y dificultades, el encuentro entre españoles e indígenas. Explica que no hay ninguna niña entre los personajes del libro, y cómo su protagonista tiene quince años, casi como Alberto el repetidor. Sonríe y todos se despiertan.
A muchos alumnos hispanoamericanos les suena y comentan: parece que estoy en mi salón (clase) de Lima. El grupo-clase se despide con las ideas más importantes del librito, relacionadas con el conocimiento de nuevas tierras y gentes. Incluso otro compañero ya leyó otro libro titulado El inca de Cuzco, de Jorge Martínez Juárez. Se le antoja un complemento perfecto. Todo este contenido corresponde a una unidad didáctica de la asignatura: el descubrimiento y conquista de América.
¿Con qué se quedó Alonso del libro y de la conquista de América? Con un resumen plano del argumento de un libro. Leonor y muchos de sus compañeros que sí la escucharon tuvieron un aprendizaje más profundo. A ella, en concreto, el haber leído el libro entero de manera pausada y concentrada le ha ayudado a desarrollar un músculo fundamental para la vida contemporánea: el pensamiento crítico. Al escuchar su resumen y discutir sobre él, los demás compañeros también han pensado de manera más profunda en este asunto.
Metodologías activas y mirada humanística
La inteligencia artificial puede ser un gran aliado para aprender y asimilar los contenidos de la asignatura de Historia. Se trata de usarla en el contexto de las metodologías activas, y siempre desde la mirada humanística.
Por ejemplo, discriminando falacias y verdades en el aula. Proponer a los estudiantes investigar si tal o cual frase atribuida a Pizarro en la conquista del Perú es real o una atribución posterior dudosa. Habrá que indagar si la propuesta por el profesor es real y extraída de los cronistas o circula en la red de modo algo sospechoso.
Comprobarán que los chatbots repiten las muchas frases que circulan en internet. Necesitarán ir a la biblioteca y consultar el libro del Inca Garcilaso, cronista mestizo cuzqueño, que recomendó el profe. Es una selección y adaptación, pero ahí está la respuesta.
La IA les ayudó inicialmente en su pequeña indagación, conocieron las crónicas, que son muchas e incluso contrapuestas. Han comprendido que la Historia tiene muchas interpretaciones, como la vida misma.
Datos históricos y pensamiento crítico
Los datos históricos al alcance del alumnado hubieran sido impensables hace años. Hoy lo que necesitan aprender es cómo desarrollar una buena praxis histórica: cotejarlos y verificarlos. De este modo se individualiza un aprendizaje que se sirve de la indagación autónoma en red, desarrollando además la competencia digital.
Otra posible tarea es proponerles la elaboración de pequeñas biografías, individualmente o por parejas, partiendo de la información proporcionada por la inteligencia artificial sobre determinados personajes históricos: esta actividad permite descubrir falacias en textos e imágenes, que se pueden poner en común con el resto de la clase.
Talleres de actualidad
Existen numerosas cuestiones de actualidad que están relacionadas con el pasado, y por lo tanto con la materia de Historia: inmigración, conflictos bélicos, mundo laboral y precariedad salarial, desigualdades económicas y sociales… La Historia Moderna fue una época de flujos migratorios constantes que globalizaron el planeta, una realidad que se vincula con las corrientes migratorias actuales en una segunda globalización.
Tras organizar al alumnado en grupos, se les encarga que investiguen una situación de la actualidad. Como hay muchos alumnos americanos, el profesor les pone la tarea de averiguar de dónde viene hoy el principal aporte migratorio a España. En sus conclusiones podrán comprobar que se corresponde con aquellos destinos pasados de los españoles. Es una dinámica de ida y vuelta.
Este es un taller que desde la metodología del aprendizaje basado en problemas incorpora la inteligencia artificial: así se observan las muchas respuestas posibles ante un mismo reto, según el enfoque de partida. Por ejemplo: “¿cuáles son los beneficios de la inmigración?” frente a “¿cuáles son las desventajas económicas y sociales de la inmigración?”. O preguntar estas cuestiones desde la perspectiva del que migra y desde la del que observa.
Paso a paso y bajo la tutela del docente, entienden que los problemas sociales tienen varias miradas y no solo las que vieron de su influencer en internet.
El chatbot: conversaciones con mucha Historia
Los chatbots conversacionales –muy atractivos para el alumnado porque permiten conversaciones de voz o en texto– no solo pueden proporcionar información, sino también formación. Para el aprendizaje de la Historia se puede establecer un diálogo sobre procesos históricos o historias de vida mediante una batería de preguntas.
Todo supervisado por el docente: preguntas, objetivo y conclusiones. La conversación se plasma en un trabajo escrito con conclusiones y un último debate que permite comparar el trabajo dentro del grupo-clase. Además de valorar su aprendizaje, podemos evaluar cómo han utilizado la IA: una vez adquirida esta competencia, se podrá aplicar a múltiples aprendizajes.
Buen uso educativo de la IA
La Historia es un patrimonio compartido y la inteligencia artificial debe ser una herramienta social de mejora, empezando por las aulas. En este sentido, los tres ejemplos anteriores aportan el desarrollo de competencias digitales novedosas, imprescindibles para su futuro personal y laboral, y la capacidad de moverse críticamente por las redes.
Respecto a la Historia, la actitud crítica ante la IA mejora su conocimiento y lo aleja de la manipulación y los bulos, tan frecuentes en esta disciplina. Merece la pena el esfuerzo de emplear la IA si no queremos quedar marginados en un futuro próximo: en cualquier caso, el alumnado la va a usar seguro y si aprende a hacerlo correctamente, mejor.
Fuente: Jorge Chauca García / theconversation.com

