Un nuevo informe de EU Kids Online y la UPV/EHU (España) estudia el impacto del nivel socio-económico en la mediación/supervisión de los medios digitales.
En las familias cuyos padres y madres tienen menores niveles de educación éstos perciben una mayor brecha generacional relacionada con la competencia digital. Al mismo tiempo, estas familias disponen de un nivel de equipamiento relativamente alto, lo que subraya la necesidad de apoyo institucional relativo a su formación digital. Esta es una de las conclusiones del último informe de la red de investigación EU Kids Online en colaboración con la Comisión Europea dentro del proyecto “Niños pequeños y tecnología digital”.
La mediación parental de medios digitales se refiere a las diversas prácticas a través de las cuáles los padres y madres intentan gestionar y regular las relaciones de sus hijos e hijas con los dispositivos digitales.
Independientemente de que se considere que estos dispositivos sean una fuente de oportunidades o de riesgos, o de ambas cosas, indudablemente los progenitores son las personas más indicadas para gestionar el uso de los media de los niños y niñas. Además, como los niños y niñas utilizan estos dispositivos cada vez a edades más tempranas, los padres y madres están interesados en buscar nuevas formas de supervisar el uso que hacen los más pequeños de los medios digitales.
Basándose en una investigación cualitativa con 70 familias que tienen hijos e hijas menores de 8 años en siete países europeos, este informe analiza cómo el nivel de ingresos y educación de los progenitores influye sobre la mediación parental de los medios digitales. Además, el informe evidencia cómo las normas y costumbres generales en la educación influyen sobre la gestión desarrollada por los padres del uso de medios digitales.
Las mayores diferencias entre las familias se dan en relación con el nivel de ingresos y de educación de los padres y madres. En familias con menores ingresos y menor nivel de educación de los progenitores el análisis mostraba una mayor brecha generacional, sobre todo entre familias inmigrantes. Al mismo tiempo, estas familias disponen de numerosos dispositivos, lo que subraya la necesidad de un mayor apoyo que contribuya a la formación al conocimiento digital de los padres y madres. Entre estas familias el análisis evidencia también una mayor tendencia a utilizar estrategias restrictivas de mediación, ya que la falta de tiempo impide a estos progenitores compartir actividades con sus hijos e hijas. Llama la atención la ambivalencia en las actitudes hacia los medios digitales ya que para estos progenitores los dispositivos digitales son un mal sustituto de los juguetes tradicionales y un elemento importante del futuro de los niños y niñas.
En las familias con mayores ingresos y mayor nivel educativo el esfuerzo por promover actividades offline para los niños y niñas, limitando las actividades digitales domésticas, va acompañado de una amplia y diversa gama de prácticas de mediación. Estos padres y madres se esfuerzan en ofrecer alternativas atractivas offline como contrapartida a los interesantes mundos online, al mismo tiempo que establecen reglas flexibles sobre las actividades digitales. La gran difusión de dispositivos digitales en las familias de este nivel socio-económico implica que el uso de éstos sea un elemento que se da por supuesto en la sociedad actual. Para muchos de estos padres y madres el uso de medios digitales forma una parte importante de su vida laboral (incluso en el propio entorno doméstico), lo que contribuye a erosionar sus esfuerzos para animar a actividades offline a sus hijos e hijas.
Para todos los padres y madres, pero especialmente para los que carecen de conocimiento o seguridad/confianza con las TICs, el estudio reveló la necesidad de apoyo institucional y profesional en relación con:
El conocimiento sobre los beneficios del uso de internet.
El uso de herramientas técnicas para la gestión de la seguridad de los niños y niñas, buenas prácticas para passwords o claves de acceso, protección de la privacidad y filtros de contenidos.
El apoyo para mejorar sus habilidades y conocimiento digitales.
Las estrategias de comunicación para facilitar actividades compartidas en el uso de dispositivos digitales y debates con los niños y niñas sobre prácticas y solución de problemas.
Los padres y madres entrevistados expresaron su preferencia por recibir esta orientación y apoyo desde las instituciones educativas, lo que contrasta con la escasa orientación que dicen recibir actualmente de estas instituciones y lo poco que saben sobre las actividades de los niños y niñas fuera de casa. Es recomendable por tanto, desarrollar programas públicos en los centros educativos que sirvan para ayudar a las familias. Con financiación pública, escuelas y guarderías tienen un buen potencial para ayudar a las familias. (Fuente: ESA)