Las redes sociales son medios de comunicación: han rebasado su objetivo inicial, que era el de promover la interacción entre los sujetos, y ahora se utilizan para cuestiones financieras, comerciales y hasta educativas. A través de ellas, muchos de sus usuarios aprenden sobre diferentes temas.
Sin embargo, aún no se consideran herramientas para el aprendizaje formal, aunque posibilitan el diálogo y propician el enriquecimiento mutuo entre docentes, estudiantes y sus familias; es decir, son un sitio donde la interacción, individualidad y multiculturalidad se respetan y, al mismo tiempo, enriquecen la comunicación y promueven la colaboración.
Las redes sociales que pueden ser utilizadas para apoyar el aprendizaje, y conocidas como de uso común, son Facebook, Twitter, Instagram, YouTube, WhatsApp, TikTok, LinkedIn, o la extinta Edmodo, entre otras.
Existe información que indica que durante y después de la pandemia provocada por la covid 19, las redes sociales se han convertido en un apoyo constante en la comunicación para la comunidad académica.
Tal es el caso de WhatsApp, Facebook y YouTube, que fueron utilizadas para dar instrucciones de cómo hacer una tarea, y algunas veces hasta dictar una clase completa; de tal forma que se utilizaron como una estrategia de aprendizaje por parte de los estudiantes, y como apoyo para la docencia.
Una herramienta mediadora
Para que las redes puedan ponerse al servicio del aprendizaje, los docentes deben saber usarlas en la generación del conocimiento de forma colaborativa y constructiva con los estudiantes.
Esto supone incorporarlas como mediadoras de las actividades didácticas que se diseñen, es decir, como instrumentos de apoyo que fortalezcan la interacción, discusión y comunicación. De esta manera, el docente, a través de las redes, se convierte en un observador, seguidor y mediador de los trabajos de los alumnos.
Cuidado con las distracciones
El estudiante puede aprovechar las redes sociales para afianzar su aprendizaje. Para ello, tendrá que reforzar sus habilidades y conocimientos en el manejo de información: aprender a buscar, asimilar, interpretar y reproducir la información existente y producir su propia información.
Por otro lado, es importante destacar que, al utilizar las redes sociales en el ámbito educativo, se cae en el riesgo de distraerse en atender otras cosas que no tienen que ver con el fin del aprendizaje. Al no ser plataformas diseñadas para actividades educativas, es fácil que la atención se desvíe hacia otros contenidos y acciones que abundan en estos medios. En esta cuestión es fundamental el papel del docente para dar seguimiento a la interacción con las redes y que sea siempre con un fin de aprendizaje y no únicamente de comunicación social.
Evaluar y promover la síntesis
Aunque las redes sociales no fueron diseñadas con fines educativos, si el docente tiene la habilidad y conocimiento experto necesarios, es posible que sirvan para:
- Evaluar.
- Dar seguimiento a las clases.
- Promover la síntesis y la capacidad de argumentación corta en los estudiantes.
- Como medios de debate, discusión y réplica, donde se pueden intercambiar diferentes puntos de vista en torno a una temática en particular.
Twitter y Facebook
Un ejemplo de lo anterior es Twitter, en la cual los estudiantes pueden expresar su opinión respecto a un tema e identificarlo y etiquetarlo a través del símbolo #, con lo cual el profesorado puede dar seguimiento a la actividad de réplica que el alumno esté realizando en tiempo real.
Otra forma de usar las redes puede ser a través de grupos privados en Facebook, en donde los estudiantes exponen un tema, suben gráficas, archivos, imágenes o referencias a otros textos y sus compañeros pueden comentar al respecto, generándose una dinámica de interacción continua y de enriquecimiento para su aprendizaje.
También YouTube, TikTok y demás herramientas parecidas promueven la síntesis y la argumentación: desde la expresión oral de los participantes, ayudan a desarrollar sus capacidades comunicativas y a perder el miedo a hablar ante los demás.
Incluso el manejo de una red social en el aula puede suponer un acercamiento entre el docente y el alumno, convirtiéndose en un espacio de diálogo que da lugar al aprendizaje y enriquecimiento mutuos: por una parte, el docente interviene, modula y colabora en la enseñanza con su alumnado, además de evaluar su comportamiento individual y colectivo; por otro lado, los estudiantes aprenden de manera colaborativa y desarrollan competencias digitales.
Fuente: María del Rocío Carranza Alcántar y Claudia Islas Torres / theconversation.com