La fórmula mixta de aprendizaje mejora gracias a los avances tecnológicos. Pone el foco en el alumno, que desarrolla nuevas competencias.
Durante los últimos años, los avances tecnológicos han ido ganando terreno dentro del ámbito educativo. Esta repentina intrusión ha provocado que la educación haya tenido que reinventarse y adaptarse a esta nueva era dentro del entorno digital. Uno de estos notables cambios ha sido la educación a distancia como opción formativa. Tras la pandemia, es cierto que tanto la educación como los entornos laborales, han optado más que nunca y han continuado manteniendo el trabajo y/o la educación a distancia. Estos cambios no son algo nuevo que ha traído la crisis generada por el covid-19 sino que ya venían gestándose desde hace años.
Pero centrándonos en la educación, han ido apareciendo diferentes modalidades de formación como el denominado «blended learning» o lo que es lo mismo, la enseñanza que combina dos entornos de aprendizaje, por un lado el entorno presencial y por otro lado, el entorno virtual. El primero hace referencia al sistema tradicional de nuestros sistemas educativos, mientras que el segundo alude a aquel en el que el alumno sigue su formación online haciendo uso de las tecnologías. Ambos sistemas han sido siempre polos opuestos dentro de la formación, pero el blended learning ha conseguido combinarlos y conformar un nuevo modelo de estudio que está revolucionando la educación a distancia y enriqueciendo la calidad de la educación semipresencial con la integración de nuevos recursos.
Numerosos estudios apuntan a que el blended learning surge principalmente de la enseñanza tradicional que conocemos debido a causas económicas. De cierto modo, este modelo se plantea como una solución a estos problemas pero con el objetivo y la necesidad de conseguir una mejora en la calidad. Y no solo en la educación, sino que trasladado al entorno laboral, numerosas empresas se han hecho eco de este sistema que también han implantado en su modelo de trabajo. Si hay algo que caracteriza al blended learning es que tiene una tendencia muy marcada dentro del ámbito de la Psicología educativa. Distingue «aprendizaje» y «enseñanza» como dos términos totalmente diferentes. Muchos autores recuerdan que el aprendizaje es el que diseña el propio alumno y la enseñanza es la que imparte el docente. Por eso el desarrollo del blended learning se compone de ambas partes ya que el alumno tiene el apoyo del docente y también su propia autonomía para diseñar su aprendizaje basado en la enseñanza que le imparte el profesor.
Este modelo mixto aporta varios aspectos importantes a la enseñanza. Por un lado la flexibilidad en cuanto al tiempo y espacio. Numerosos alumnos combinan sus estudios con el trabajo, por lo que este sistema les facilita poder seguir con su formación desde cualquier lugar. Entre los docentes y el alumnado se crea una nueva forma de interacción y comunicación, lo que provoca una mayor responsabilidad por parte del alumno junto con la autonomía. También facilita las opciones de acceso a recursos que sirven de gran ayuda al estudiante, además de los que ya dispone por parte del tutor. Establece una importante conexión con la tecnología lo que favorece la constante conexión con el entorno digital cada vez más en auge.
El blended learning resulta un modelo muy innovador ya que, tanto para la enseñanza presencial como para la no presencial, puede suponer el desarrollo de numerosas habilidades por parte de los estudiantes. Este modelo plantea nuevos escenarios didácticos en los que confluyen conjuntamente el alumno, los contenidos o materias que se imparten, y el docente. Todo ello conforma un entorno que tiene presente la tecnología y junto a ésta, el aprendizaje autónomo que en ocasiones también puede ser colaborativo entre los propios alumnos.
Pero, ¿por qué es realmente tan importante el blended learning? Como ya veníamos comentando, este modelo de enseñanza mixto pretende por encima de todo mejorar la calidad de los resultados del aprendizaje. Esto quiere decir que pone el foco en el alumno, quien tendrá que desarrollar habilidades y competencias para llevar hacer que la enseñanza sea realmente efectiva. Algunas de estas habilidades son también el trabajo en equipo, la toma de decisiones tanto individual como conjuntamente o la búsqueda de recursos por sí mismo, entre otras. Si hay algo que fomenta el modelo de enseñanza semipresencial es que cada uno crea su propio estilo de aprendizaje lo que les lleva a desarrollar las competencias exigidas.
Para que este modelo obtenga realmente sus frutos y sea empleado de una forma correcta es importante que exista una adecuada organización entre el docente y el alumno. Al tratarse de un modelo mixto hay que tener en cuenta ambas posiciones sin dejar de lado una u otra (presencial o virtual). El escenario tecnológico tiene que estar perfectamente definido y dotado de todas las herramientas necesarias. En definitiva, este modelo está enfocado al presente y al futuro, que irá cambiando a medida que se vayan integrando nuevos avances. Lo importante es que todos estén enfocados a la mejora y actualización de la educación.
Fuente: Judit Molina/ larazon.es