Se prevé que el sector de la formación online se disparará desde los 8.400 millones de dólares con que cerró 2020 a unos 33.200 millones en 2025.
Las plataformas educativas digitales surgen como nuevas formas de interacción entre docentes y alumnos en donde la modalidad de enseñanza pasa de lo presencial a lo virtual. Con el paso de los años, las plataformas se han generalizado ofreciéndose desde una forma estandarizada, en los inicios, a una personalizada en la actualidad en donde la configuración se adecúa a las necesidades de cada grupo e incluso de cada individuo. Creciendo en popularidad, en demanda y como sector industrial para muchas empresas.
La progresiva transformación de los procesos de enseñanza y aprendizaje se ha visto acelerada en el último año por el brote del coronavirus en donde docentes y alumnos han tenido que adaptarse obligatoriamente. No cabe duda que cualquier proceso educativo remoto parece más viable que nunca debido a la pandemia del coronavirus.
Hoy día, las plataformas educativas digitales están presentes en todos los niveles educativos, desde la educación primaria a la universitaria, pasando por los ciclos formativos, proporcionando los materiales necesarios para continuar formándose en las asignaturas a través de materiales curriculares online accesibles desde cualquier espacio.
El contexto sanitario ha generado que muchas plataformas oferten cursos gratuitos, esperando que una vez finalizada la situación muchos de sus usuarios se mantengan bajo suscripción en la misma. Es el caso de la plataforma inglesa FutureLearn, la india Byju´s, la china Yuanfudao, la cual ha llegado a recibir más de cinco millones de usuarios en sus clases gratuitas en directo o la estadounidense Edx que cuenta diariamente con cientos de miles de conexiones de alumnos de las universidades más prestigiosas del mundo. Con estas cifras no cabe duda que la valoración del mercado de aprendizaje en línea no pare de crecer.
El modelo de aprendizaje simplemente se ha adaptado, hacia un aprendizaje activo, con docencia en directo, con videos cortos, en donde si lo desea, puede acelerar el tiempo o puede leer la transcripción, verlos una y otra vez, con posibles cuestionarios después de cada representación, foros, webinars, eventos virtuales, etc. Los más pequeños pueden disponer de innumerables fichas de trabajo, puzles, música, dibujos para colorear, etc. Incluso algunas plataformas brindan de un soporte informático en remoto para solventar incidencias.
Todo esto hace que el aprendizaje sea increíblemente más fructífero e interesante para muchos estudiantes, desapareciendo algunas acciones y actitudes tradicionales como las de tomar notas, la necesidad de concentración máxima para no perder el hilo de la clase y recordar los temas expuestos, etc. En el campo de la educación superior, el segmento de cursos que más crece posee un enfoque STEM (Science, Technology, Engineering & Mathematics). Las empresas han comenzado a confiar en la educación digital para mejorar las habilidades de sus trabajadores. La introducción de cursos de eficiencia tecnológica centrados en especialidades como la programación interactiva en Python para data science, la inteligencia artificial o machine learning han complementado el crecimiento del mercado para varios proveedores de educación digital, como por ejemplo Coursera, Udacity, FutureLearn, edX o Kadenze.
Las empresas dedicadas a la educación en línea se han ido adaptando a través de prueba y error, y si los MOOCs parecían avocados a la desaparición por la gran tasa de abandono los actuales formatos de aprendizaje como los nanogrados, los micromaster y otras variantes de formación exprés y en línea han recobrado fuerza y demanda de esta disciplina. Por ejemplo, el MITx ofrece más de 2.000 cursos en la actualidad en donde se paga solo por el certificado o diploma. O Google, por ejemplo, acaba de presentar la posibilidad de emitir certificados de carrera universitaria completados en solo seis meses, amenazando con interrumpir la educación superior equivalente a un título de cuatro años. Además, su intención es dirigirlos hacia campos profesionales de alto crecimiento.
Esta efervescencia del sector educativo está generando que las grandes empresas de tecnología estén en los inicios de ingresar en el ámbito educativo a lo grande, no porque quieran, sino porque tienen que hacerlo. Y más aun por la situación del Covid, en donde muchos inversores han llegado nuevos transformando su modelo de negocio.
Diversas plataformas ya fueron captadas hace diez años por inversores y empresas de riesgo de Silicon Valley, es el caso de las norteamericanas Udemy, Udacity y Edx como nuevas formas de enseñar y aprender. Otras como Workera o MasterClass crecen día a día a medida que incorporan nuevos contenidos y asociaciones de proveedores.
El sector está más vivo que nunca y la rápida expansión de muchas empresas hace que reciban cantidades millonarias a través de rondas de inversión de fondos de riesgo. Por ejemplo, Coursera ha recaudado más de 300 millones de dólares en los últimos años. Las startup indias Byju´s y Unacademy, con más de 130 millones de usuarios activos, han recaudado en los últimos cinco años más de 2.500 millones de dólares.
Según un informe de la consultora MarketsandMarkets, el tamaño del mercado educativo aumentará de los 8.400 millones de dólares del año 2020 a los 33.200 millones de dólares del 2025. Los principales factores que se espera que impulsen el crecimiento de la educación digital vendrán de una mayor penetración de internet en todo el mundo, la reducción costes de mantenimiento de infraestructuras, una mayor escalabilidad mediante el aprendizaje en línea y una creciente demanda del micro-aprendizaje.
En definitiva, el mercado de la educación digital se encuentra en una profunda metamorfosis, por un lado, las instituciones deben invertir en infraestructuras tecnológicas para garantizar las matriculas de los estudiantes, por otro lado, los estudiantes cada día buscan nuevos retos, opciones y formas de aprendizaje y, por último, muchas empresas están dispuestas a realizar fuertes inversiones en un mercado que augura grandes tasas de beneficios económicos.
Fuente: elpais.com