A comienzos de siglo los mensajes de texto eran repudiados por los colegios, institutos y universidades españolas al ser un foco de distracción en las aulas que además fomentaba una trasgresión de las normas ortográficas entre los jóvenes
Se han cumplido 30 años del primer SMS de la historia. En diciembre de 1992 Richard Jarvis, un joven programador británico, felicitó la Navidad a un compañero de trabajo. El mensaje tenía 15 caracteres: «Merry Christmas». A lo largo de estas tres décadas, el SMS se ha convertido en un canal de comunicación habitual en las conversaciones entre particulares. Fue 2006 cuando España registró la mayor cifra histórica: un total de 10.000 millones de mensajes, según datos de la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC).
Desde entonces, la cifra ha palidecido notablemente y hoy día los mensajes se han reinventado encontrando en las empresas su nuevo hábitat natural. En este sentido, en 2020 los mensajes profesionales, aquellos que las organizaciones mandan a los particulares, rondaron los 4.300 millones, lo que supone el 86% de los envíos de SMS que los españoles recibieron dicho año.
En este proceso de transformación del SMS, uno de los casos más llamativos es el de los centros educativos. Un sector que ha pasado de repudiar su uso en las aulas a sacarle un gran partido como método de comunicación con el alumnado y también con sus empleados.
Para los institutos y las universidades los mensajes de texto eran un escollo en la educación de los estudiantes; suponían una distracción que hacía que el alumno no atendiese correctamente a las explicaciones del profesor. Al mismo tiempo, el uso de las abreviaturas, contracciones y jergas suponía un peligro en la correcta asimilación de las reglas de ortografía. Como resultado, su uso se vetó durante el horario lectivo.
Sin embargo, según datos internos de SMSpubli, firma líder de servicios de comunicación empresarial móvil, el primer semestre de 2022 los centros educativos españoles fueron el sector que más empleó este canal, con cerca del 6,40% del total de envíos. Por detrás solo de los negocios de retail (16,48%) y del sector sanitario (10,64%).
Dentro de los distintos tipos de centros educativos, las universidades son las que hacen un mayor uso, con más de 2.000 envíos distintos de media al mes. «El correo electrónico es la herramienta tradicional que las universidades emplean para comunicarse con sus alumnos. Sin embargo, su tráfico de mensajes es muy elevado, lo que reduce su efectividad a la hora de ser abiertos. Por su parte, el SMS constituye un canal directo e instantáneo para transmitir información de vital importancia», apunta Laurent Buron, European General Manager de SMSpubli.
Dos de las finalidades más recurrentes son el envío de recordatorios de citas (9%), como es el caso de los avisos sobre el vencimiento del período de matriculación o sobre la fecha del próximo examen, y las comunicaciones del personal (8%), entre las que se encuentran los partes con las calificaciones académicas. «En ocasiones los mensajes de texto se emplean incluso para recordar al alumnado que les ha llegado un correo electrónico que es de vital importancia que revisen y que gran parte de ellos todavía no ha leído», comenta Buron.
Sin embargo, la utilidad más recurrente son las actualizaciones de servicio (22%). Es el caso de las notificaciones de última hora, las cancelaciones de clase por baja del profesor, las variaciones en el calendario lectivo y también de los procedimientos de autenticación en dos pasos. En ello, el SMS representa un canal de gran efectividad al tener una tasa de apertura del 95% en los tres primeros minutos después del envío, según datos de SMSpubli. Además, dentro de este apartado también se contemplan los envíos de mensajes con la nueva contraseña del wifi.
En cuanto a los receptores de los mensajes, las universidades también hacen uso del SMS para enviar mensajes a los docentes. Tal es así, que los profesores son los destinatarios de hasta el 20% de los envíos que realizan los centros universitarios españoles, frente a un 80% de alumnos. «Adicionalmente a los SMS que se envían a los estudiantes, la dirección de algunos centros universitarios también hace uso de los mensajes de texto para enviar información a los docentes. Principalmente para anunciar y recordar la convocatoria de tutorías y reuniones», concluye Buron.
En estos 30 años los mensajes de texto han sabido sobreponerse a la abrumadora velocidad con la que aparecen nuevas innovaciones en el campo de las telecomunicaciones. En un mundo como el actual, donde es incuestionable el dominio de las redes sociales y las plataformas de mensajería instantánea, el SMS parece vivir una segunda juventud, según los expertos.
Fuente: abc.es