Se acaba de publicar el informe E-Learning dirigido por Luis Toro, Director de Programas Académicos de OBS Business School. En él analiza las nuevas tendencias en la formación online y el impacto que las tecnologías disruptivas están produciendo en este campo.
Según datos de la UNESCO, durante el pico de la actual crisis, más de 1.600 millones de estudiantes de 190 países no estaban escolarizados y, todavía en el primer trimestre del 2021 más de 800 millones (la mitad de la población estudiantil mundial) seguía afectada por el cierre total o parcial de las escuelas. Esta interrupción ha puesto el foco de atención mundial en la formación online, aunque aproximadamente un tercio de los estudiantes de todo el mundo no tiene la posibilidad de acceder al aprendizaje remoto por un problema de conectividad, por la falta de los dispositivos o por la falta de habilidades digitales para encontrar, analizar e implementar los contenidos. En este sentido, las escuelas primarias más equipadas digitalmente en Europa se encuentran en Islandia, donde el 96% cuenta con una alta provisión de equipos digitales para los estudiantes y un acceso rápido a Internet. En el otro extremo se encuentran Chipre y Grecia con solo un 2% de sus escuelas primarias altamente equipadas digitalmente. España se encontraba en 2018 en el decimotercer lugar del ranking.
Por otra parte, el número de estudiantes españoles por cada ordenador en la escuela primaria es de 6 frente a los 18 de la media de la UE, y de 3 en la secundaria frente a los 8 de la UE.
Pero el crecimiento del e-learning no se produce solo como consecuencia de la pandemia, sino que también influyen factores como el creciente coste de la educación universitaria, el propio perfil conductual y psicográfico de los estudiantes y la aparición de algunas tecnologías disruptivas que tienen un impacto directo sobre el desarrollo e implementación de las estrategias educativas. El informe de OBS indica que hemos entrado en la era de la «pedagogía digital», en la que los docentes se enfrentan al desafío de gestionar el cambio con intereses cruzados entre el contexto del sistema escolar, la filosofía de la educación, la política tecnológica y las aspiraciones futuras en relación con la educación de los estudiantes y la sociedad en general. En el e-learning el formador pasa a tener un rol de supervisor y monitor del proceso de aprendizaje, aclarando dudas y guiando a los alumnos hacia los recursos que podrían utilizar con éxito fuera del aula.
Inversión en EdTech
En 2019 se invirtieron aproximadamente 643 millones de dólares en capital de riesgo en EdTech europea. El Reino Unido fue el claro centro de EdTech del continente, con 468 millones de dólares invertidos. Aun así, las empresas europeas de EdTech todavía están por detrás de sus pares en Norteamérica y Asia, regiones que albergan varios de los líderes globales de EdTech encabezados por la compañía india BYJU. Esta es la startup de tecnología educativa más valiosa del mundo, que ha proporcionado a las escuelas material de aprendizaje en línea por valor de 5,8 mil millones de dólares a partir en 2020.
Pero hay que tener en cuenta que, si bien India, China y Estados Unidos son mercados educativos relativamente homogéneos, Europa ofrece a los inversores potenciales el desafío de diferentes sistemas escolares, idiomas e infraestructuras digitales. El informe de OBS indica que a pesar de que Alemania es la economía más grande de Europa, también es la menos preparada para la digitalización. Según un índice proporcionado por el Centro de Estudios de Política Europea, que midió las actitudes individuales e institucionales hacia el aprendizaje digital, Estonia, Finlandia y los Países Bajos son los países más preparados.
Tecnologías disruptivas
El desarrollo y lanzamiento de Apps y servicios innovadores de aprendizaje móvil y online crece de manera exponencial y lo hace de la mano de los increíbles avances en las tecnologías de la información y la comunicación (TIC). El informe de OBS analiza la presencia de los siguientes: la realidad virtual y aumentada, el big data, el aprendizaje móvil (m-learning), el blockchain, la inteligencia artificial y el aprendizaje personalizado.
La realidad virtual y aumentada
El mercado global de realidad aumentada (AR) y realidad virtual (VR) alcanzó los 18.800 millones de dólares en 2020. Esto representó un aumento de más del 78% sobre el gasto del año anterior. Hasta ahora, la implementación de la realidad aumentada en el aprendizaje se ha quedado atrás con respecto a la realidad virtual, pero se prevé que la brecha se reduzca a medida que más organizaciones aprovechen su mayor accesibilidad. Las expectativas apuntan a que las experiencias de enseñanza inmersiva tendrán una gran aplicación en el sector de la educación en los próximos dos años.
Big data
La utilización del Big Data incrementará aún más la influencia de las tecnologías en la educación en los próximos años a pesar de que el sector se está quedando atrás con respecto a otras industrias en la adopción de esta tecnología. El Big Data cobra especial relevancia en el análisis del aprendizaje y la posibilidad de comprender y optimizar sus resultados. Las instituciones educativas pueden crear informes y diferentes métricas clave de gestión, como el porcentaje de aprobados y la tasa de finalización del curso, datos que proporcionan información sobre la efectividad del diseño de un curso; también otros como la frecuencia de acceso a los contenidos y el tiempo dedicado a un material específico permiten a los profesores sacar conclusiones en relación con el nivel de compromiso de los alumnos con el contenido e identificar áreas de mejora.
Aprendizaje móvil
Una de las características distintivas del estudiante moderno es que aprende según sea necesario, donde sea y cuando sea. Un 56% lo hace a demanda, un 48% en las noches y fines de semana, el 41% en su lugar de trabajo, un 30% durante los descansos o la hora de comer y un 28% en el trayecto hacia o desde el lugar de trabajo. El 96% de los estudiantes recurre a su teléfono móvil para hacer búsquedas cuando lo necesita. Por tanto, parece claro que la capacidad de acceso del aprendizaje móvil y su portabilidad se ajusta al comportamiento habitual y el estilo de vida del estudiante moderno y por tanto seguirá siendo uno de los canales más populares para el aprendizaje electrónico. Para estudiantes de todos los niveles, el mobile learning (m-learning) se ha convertido en el formato preferido de aprendizaje y acceso al conocimiento.
Obviamente, para poder implementar iniciativas de aprendizaje móvil, es imprescindible contar con la infraestructura necesaria. Esto tiene que ver con la penetración de teléfonos inteligentes, de internet móvil y el uso de tablets.
Blockchain
Actualmente existen numerosos proyectos, también en España, basados en esta tecnología. El blockchain podría convertirse en una nueva plataforma para la gestión escolar. Se puede aplicar en el almacenamiento de registros, la verificación de identidad, la seguridad de la información y la protección del contenido. La mayoría de las aplicaciones de blockchain hoy están relacionadas con la gestión de certificados y diplomas de graduación, especialmente en la educación superior.
También se utiliza en cursos masivos abiertos en línea (MOOC) y portafolios para verificar habilidades y conocimientos. Adicionalmente, esta tecnología tiene la capacidad de permitir al estudiante la gestión de itinerarios personales de aprendizaje. El alumno puede ir seleccionando módulos de entre una amplia oferta con la guía de un tutor y con el soporte de programas de valoración, gestionando contratos inteligentes y generando un registro de seguimiento de sus aprendizajes.
La proyección del gasto global en soluciones blockchain en 2021 alcanza los 6.600 millones de dólares y los pronósticos sugieren que continuará creciendo en los próximos años, llegando a casi 19 mil millones de dólares para 2024.
Inteligencia Artificial
La inteligencia artificial ha comenzado a sobrepasar a los seres humanos en diversas actividades laborales, incluidas aquellas que requieren la utilización de habilidades cognitivas. El tamaño del mercado de la inteligencia artificial en la educación superó los 1.000 millones de dólares en 2020 y se proyecta que su crecimiento en el sector de la educación alcance los 20 mil millones de dólares en 2027. China y los EE. UU. son los países que lideran las inversiones mundiales en educación en inteligencia artificial.
Esta tecnología comenzó a introducirse en el sistema educativo con el objetivo de impulsar la inscripción o agilizar las operaciones, entre otras tareas, pero es en el área del aprendizaje personalizado en la que puede demostrar su enorme potencial. Un ejemplo de ello son los sistemas de recomendación automática, que serán capaces de interactuar con un estudiante en función de su perfil, comportamiento y desempeño. El sistema es capaz de monitorear el dominio que el estudiante tiene de una habilidad o un tema en particular a través de diferentes pruebas y, en función de los resultados, recomendar otros recursos pedagógicos como simulaciones, juegos o videos que se adapten a sus requisitos de aprendizaje.
Aprendizaje personalizado
Las vías de aprendizaje personalizadas sirven de soporte para crear una experiencia más atractiva para los estudiantes, aumentar su motivación y evitar que abandonen el sistema.
Fuente: eleconomista.es
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