Con el objetivo de establecer una ruta de acción para la agenda mundial de trabajo hasta el año 2030, se llevó a cabo en mayo del 2015, en Incheon, República de Corea, una declaración que busca satisfacer las necesidades en el ámbito de la educación a nivel mundial, con esto, se pretende asegurar la igualdad de oportunidades educativas para todos los países.
Si bien es cierto, se han atendido muchas de las demandas que nuestro contexto actual requiere, aún hacen falta esfuerzos considerables para continuar ampliando la cobertura de acceso a la educación.
Las condiciones de ventaja que posee cierta parte de la población mundial, por encima de otros más que, apenas cuentan con lo mínimo para sobrevivir, hace aún más considerable esta brecha.
Resulta de suma importancia, atacar el tema de la alfabetización, tal y como se menciona en el discurso de inauguración del evento nombrado, pues sería inconsistente que aun cuando existen regiones en las que la mayoría de la población no sabe leer y escribir; ya se está incorporando un nuevo fenómeno, que si bien, resulta un buen apoyo para satisfacer necesidades y romper barreras de espacio y tiempo; también representa, en cierta medida, una posición de privilegio y/o discriminación.
El auge de la tecnología (y la revolución de la información), ha traído consigo un nuevo fenómeno; pues si bien, aportan condiciones óptimas, mediante las cuales se pueden romper barreras y limitantes, tenemos también ciertas desigualdades, pues desgraciadamente, aún existe un porcentaje de la población muy representativo, que no posee estos conocimientos, ni mucho menos, cuenta con la infraestructura y condiciones que aseguren un nivel homogéneo de acceso a la información, así como a la educación de calidad.
Considero que el mundo actual requiere de nuestra atención y acción en distintas esferas; como bien se menciona en la declaración, debemos trabajar con base en un pensamiento sostenible.
Resulta alarmante la situación ecológica en la que vivimos, se debe comprender que el “modo de vida” que se ha estado empleando hasta nuestros días, no es el adecuado, pues nuestro planeta tierra, ya nos está exponiendo los grandes agravios que hemos ocasionado.
El consumismo, derivado del individualismo en que nos encontramos inmersos está terminando con la vida en nuestro planeta, recordemos que todos (comprendidos como especie) somos parte de algo mayor, de una cadena mucho más amplia, y la sola ausencia de alguno de sus elementos integradores, puede devenir en una catástrofe.
Es imprescindible formular una nueva conciencia ecológica en la que el mundo no gire en torno a nosotros, considero que, como raza, solemos creernos superiores, se nos olvida que, al igual que el resto de las especies, somos solo una parte de algo mayor.
Por otro lado, existe una sociedad en la que, desgraciadamente, aun estando en pleno siglo XXI, aún se debe de luchar por la igualdad de género. Con tristeza, percibimos en los medios masivos de comunicación, la devastadora ola de violencia hacia las mujeres, existen aún situaciones en las que impera el machismo, otorgando al género femenino menores condiciones de acceso a la educación, a la salud, y en general, elementos para una vida digna.
Esta situación reclama atención de nuestra parte, no podemos continuar fomentando este tipo de acciones, se debe de impulsar el fomento por una educación basada en la igualdad, en la comprensión del respeto por los otros, sin importar género, situación social, creencias. Orientación sexual, etc.
Por otra parte, resulta importante también el tema de ampliar la alfabetización mundial, en esta declaración, se ha propuesto cubrir la demanda de la escolarización primaria universal, una educación de calidad que responda a las necesidades que el contexto inmediato exige.
Para ello, es necesario contar con los recursos humanos, así como tecnológicos para alcanzar esta importante meta.
Otro gran reto a alcanzar, es elevar la cobertura en aquellas zonas marginadas, especialmente, aquellas zonas en las que, aunado a un contexto pobre en posibilidades y recursos, se presentan también movimientos bélicos o que ponen en riesgo la vida de los niños y jóvenes.
Ante este fenómeno, se comprende que, de cierta manera las niñas cuentan con una situación más vulnerable, pues las posibilidades son escasas y los apoyos para que las mujeres puedan acceder a servicios educativos se ven mermados de acuerdo al contexto.
En palabras de Ban Ki Moon, Srio. General de las Naciones Unidas, “La educación no es un privilegio, es un derecho innato”, por lo que “Todos los niños merecen esa solidaridad mundial”, por lo que, en esta agenda de trabajo, se busca combatir las limitantes que imposibilitan el acceso a una educación de calidad para la vida.
Por lo tanto, este programa de acción mundial, persigue dos objetivos: “Reorientar la educación y el aprendizaje para que todas las personas tengan la oportunidad de adquirir conocimientos, competencias, valores y actitudes con los que puedan contribuir al desarrollo sostenible”, así como el objetivo de “Fortalecer la educación y el aprendizaje en todos los programas, agendas y actividades de promoción del desarrollo sostenible”
Ante esto, me parecen adecuados los planteamientos de estos objetivos, pues llevan en esencia lograr un cambio, pues permite a cada ser humano adquirir conocimientos, competencias, valores y actitudes con los que se puede contribuir al desarrollo sostenible, tomar decisiones fundamentadas y adoptar medidas responsables en favor de la integridad del medio ambiente.
Bien, podríamos comentar que este esquema de Educación para el desarrollo sostenible promueve ciertas competencias que para nuestra actualidad resultan imprescindibles e importantes de aplicar; como el pensamiento crítico, la comprensión de sistemas complejos, la imaginación de hipótesis futuras y la adopción de decisiones de manera participativa y en colaboración.
El objetivo global del programa de acción mundial es generar e intensificar iniciativas en todos los ámbitos de la educación y el aprendizaje a fin de acelerar los avances hacia el logro del desarrollo sostenible, fenómenos que al día de hoy reclaman nuestra atención de manera pronta.
Nuestro mundo lo requiere, exige un cambio de mentalidad de nuestra parte, considero que aún estamos en tiempo, sin embargo, es importante se trate de hacer este cambio de paradigma a la brevedad, ya no hay tiempo.
El desarrollo sostenible no se puede lograr únicamente mediante acuerdos políticos, incentivos financieros o soluciones tecnológicas. El desarrollo sostenible exige cambios en la manera en que pensamos y actuamos. Por consiguiente, es necesario actuar en todos los niveles para movilizar plenamente el potencial de estos objetivos.
Para ello, también será importante reforzar la capacidad de los educadores, los formadores y otros agentes del cambio para que pasen a ser facilitadores del aprendizaje en pro de la agenda de trabajo. Los educadores son uno de los principales factores para impulsar el cambio educativo y facilitar el aprendizaje. Por consiguiente, es urgente fortalecer sus capacidades en cuestiones relativas al desarrollo sostenible y a las metodologías pedagógicas apropiadas.
1 Imagen tomada de: https://www.pinterest.es/pin/531917405972693125/
Denise Atala Rubio.
Embajadora digital en México.
BIBLIOGRAFÍA.
UNESCO (1948). Declaración Universal de los Derechos Humanos. Artículo 26. Recuperado de http://www.un.org/es/universaldeclaration-human-rights/ el 31 de mayo del 2018.
UNESCO (2015) Declaración de Incheon. Foro Mundial sobre la Educación 2015. UNESCO. Recuperado de http://es.unesco.org/world-educationforum-2015/dia-3/la-declaracionsobre-el-futuro-de-la-educacion el 31 de mayo del 2018.