Enseñar a grupos de alumnos a la distancia no es nada fácil. Sobre todo en un mundo como el académico, donde el formato de enseñanza se ha mantenido igual desde siempre: un determinado grupo de estudiantes dentro de un salón siguen las indicaciones del profesor. A su vez, el pupilo trata de resolver dudas y dar seguimiento alumno por alumno. Si a eso le añades el elemento de distancia, se pone truculento el asunto. Por eso, herramientas digitales como Minecraft son vitales en este momento.
Desde su nacimiento en 2009, Minecraft ha sido una herramienta de descubrimiento y un gran pretexto para reunir a la gente con un mismo propósito. Aunque su finalidad era meramente lúdica, desde 2011 se ha convertido en un aliado de los salones en clases. La posibilidad de construir y explorar modelos y maquetas en un ambiente familiar para los alumnos fue una de las claves de su acogida. Según la BBC de Londres, en 2013 ya eran más de 1000 los salones de clases en todo el mundo que usaban Minecraft.
En 2016, Microsoft lanzó Minecraft: Education Edition, incluido en las cuentas académicas de Office 365. También puedes descargarlo para probarlo gratis y la versión completa cuesta 5 dólares. Education Edition fue pensado específicamente para usarse en los salones de clases y fue un éxito inmediato. Su gran accesibilidad y su bajo costo, aunado a la gran penetración de Office 365, lo hicieron LA opción. Tiene clases para niños desde preescolar y en los últimos años, son más y más las universidades que lo tienen dentro de su plan de estudios.
Este año, la pandemia terminó de afianzar a Minecraft en la escena académica. Universidades tan importantes como la de Berkeley y la de Pennsylvania en Estados Unidos realizaron su graduación a través de Minecraft. Aquí en México, también ya se pusieron las pilas y la Universidad del Valle de México (UVM) está innovando en la manera de acercarse a su alumnado.
Para el inicio de su periodo 2020/2021, UVM tiró la casa por ventana, virtualmente hablando. No sólo rediseñaron a su mascota, sino que prepararon todo un evento en Minecraft para la presentación. Moisés Córdova, ex alumno de Diseño Gráfico del Campus San Rafael, se lució con el nuevo diseño del Lince. Mientras, un grupo de geeks en Minecraft fueron los encargados de construir una representación del estadio de la UVM y de armar el guateque de la presentación del Nuevo Lince.
Esto nos habla de la capacidad que tiene la UVM de leer la nueva normalidad, adaptarse a los cambios y entrar en sintonía con su alumnado. Con 10 años de vida del videojuego, tanto nuevos ingresos como los egresos, todos se identifican con Minecraft. Qué envidia (de la buena) estudiar en un lugar que no tiene miedo a los cambios y que además, los impulsa. Aunque, como en todos los aspectos de la educación, algo de esta magnitud sólo se puede lograr con la participación y compromiso de alumnos, docentes y egresados.