Tras los largos meses de pandemia, la tecnología abre una oportunidad nueva para avanzar e innovar en el entorno educativo. Y es que la crisis sanitaria ha puesto de manifiesto que el aprendizaje ya no está limitado por las paredes físicas de un aula. El uso de las TIC en la formación hace posible volver a la enseñanza individual y desvinculada físicamente de la institución escolar, transformando de forma radical el concepto de educación y escuela al que estamos acostumbrados.
Revolución tecnológica en las aulas
A medida que se va construyendo esta senda hacia la era educativa postpandemia, se deben elegir estratégicamente qué metodologías educativas y herramientas tecnológicas implementar y por qué. En muchos casos, existe una desalineación entre las administraciones que dirigen las políticas educativas, la organización de la institución, los recursos materiales y el resto de los actores involucrados.
Lo que sí está claro es que, con el uso de las TIC, se crea un entorno formativo revolucionario, que respeta la diversidad y resulta más equitativo, igualitario y adaptado a la realidad del momento. Un ambiente de aprendizaje que apuesta por la autonomía e iniciativa en la adquisición y desarrollo de los conocimientos, en cualquier momento o lugar.
Estamos ante el surgimiento del ‘aula del futuro’, que nace bajo el paraguas de dos pilares esenciales: el espacio físico y el tiempo. Por un lado, el aula puede tomar muchas formas y, por otro, el momento está en continuo cambio. Desde esta perspectiva, las aulas requieren de soluciones estratégicas que se adapten a la perfección a las nuevas realidades que responden al momentum.
Sin ir más lejos, ya se están poniendo en marcha iniciativas como el proyecto ‘Metodologías activas y tecnologías en el Aula del Futuro’, coordinado por el INTEF en colaboración con las comunidades autónomas. Con él, se propone mejorar los procesos de enseñanza y aprendizaje a través de las metodologías activas. Es decir, mediante el uso de tecnologías y de un enfoque flexible en el uso de los espacios de aprendizaje, sean físicos o virtuales. Todo ello, con la idea de promover y mejorar el desarrollo competencial del alumnado.
El modelo del Aula del futuro, propuesto por INTEF, combina metodología, tecnología y actividades a través de zonas de actividad: Investiga, Explora, Desarrolla, Interactúa, Crea y Presenta. Para ello, se dispone de modelos de situaciones y actividades de aprendizaje que los docentes pueden llevar al aula.
En este hábitat educativo, surgen nuevas necesidades y desafíos. Entre ellas, la implementación de herramientas intuitivas, diseñadas para aulas versátiles. Estas soluciones innovadoras permiten múltiples modalidades de aprendizaje, como es el caso de la formación individual o las colaboraciones en grupos pequeños, uniendo la presencialidad con los formatos a distancia, así como abordando las necesidades individuales de los estudiantes, en función de cada etapa de desarrollo o necesidades de aprendizaje.
Herramientas adaptables
Soluciones para aulas que se acomodan a esos entornos cambiantes, adaptando las configuraciones, para que sean completamente presenciales, remotas o híbridas. Casi a la carta. Por ello, es imperativo que el aula respalde esta flexibilidad necesaria, sin responsabilizar a los maestros, los estudiantes o el personal de TI.
Estas alternativas deben adaptarse también a la edad de los diferentes estilos de aprendizaje y necesidades de los estudiantes; además de ser flexibles para diferentes configuraciones de aula. Todo ello con el objetivo de ampliar las oportunidades de aprendizaje de todos los estudiantes.
Un espacio donde todos los estudiantes y docentes participan en la misma actividad o contenido, al mismo tiempo. Ya sea en persona, de forma remota o híbrida, la necesidad de amplificación de voz y accesibilidad y claridad visual ocupan un lugar central.
Por ejemplo, es posible que un estudiante en la parte de atrás de la clase no pueda escuchar al profesor u otros estudiantes con claridad. De igual modo, un profesor que escribe en una pizarra puede estar bloqueando la visión de los contenidos a algunos estudiantes. Situaciones diarias que abren la puerta a que los alumnos se desvíen de la experiencia de aprendizaje, pierdan la confianza y debiliten las conexiones con sus compañeros y profesores.
Para abordar estos desafíos, surgen soluciones específicas para aulas, como es el caso de Scribe; una cámara para pizarras que permite igualar el campo de visión entre los usuarios presenciales y en remoto, proporcionando una vista perfecta del contenido en tiempo real. De igual modo, permite que múltiples modalidades de aprendizaje ocurran simultáneamente, lo que exige conexiones visuales y de audio para los estudiantes que se encuentren en ubicaciones remotas.
En definitiva, herramientas que permiten naturalizar, profundizar y dinamizar el aprendizaje, poniendo en el centro de la experiencia educativa al alumno; y permitiendo ahondar en los conocimientos, en función de las capacidades. Soluciones que permiten derribar barreras y facilitar que los estudiantes colaboren sin distracciones y tengan experiencias educativas gratificantes, sea cual sea el modelo de enseñanza: presencial, híbrido o remoto.
Implantación gradual
Tras la emergencia sanitaria, son muchas las instituciones educativas que han visto la necesidad de implantar estas tecnologías. Actualmente, son multitud los centros formativos nacionales e internacionales que ya cuentan con estas tecnologías de video colaboración, para implementar modelos mixtos o semipresenciales de enseñanza; que combinan la educación presencial con la instrucción en línea, creando así entornos educativos flexibles y acordes a los nuevos tiempos.
Precisamente, las Universidades de la Fundación San Pablo CEU, mayor institución educativa privada de España, han dado un nuevo paso en su apuesta por un modelo híbrido de formación, con la incorporación de las más modernas tecnologías de video colaboración que conecta a su alumnado con el personal docente. En concreto, se trata de 1.200 cámaras de última generación de Logitech. Aunque su metodología de docencia es presencial, están integrando estas soluciones para aportar más valor y complementar a su modelo formativo.
Con este proyecto, la institución continúa en su apuesta por la transformación digital, la innovación docente y las soluciones de vídeo colaboración para conectar 400 aulas, repartidas por sus campus de Madrid, Valencia y Barcelona.
La iniciativa, surgida a partir de la emergencia sanitaria y de la necesidad de compatibilizar la docencia presencial con las restricciones de aforo y movilidad impuestas, también ha servido para superar otras limitaciones derivadas de la procedencia de los estudiantes o de situaciones personales o familiares.
De igual modo, el centro universitario Institut Químic de Sarrià, está potenciando su modelo educativo sin fronteras, equipando sus aulas con las más modernas tecnologías. Con la puesta en marcha del proyecto de innovación formativa, IQS tiene los objetivos de ofrecer la máxima calidad educativa y disponer de los recursos adecuados para desarrollar distintas prácticas docentes complementarias de forma online.
Como telón de fondo, los sistemas no sólo conectan a estudiantes, profesionales e instituciones de todo el mundo, sino que facilitan toda una serie de tareas colaborativas, que favorecen el intercambio de conocimientos y materiales de forma instantánea y eficaz, incluso con otros centros, docentes y expertos educativos de todo el mundo.
Tecnologías que, seguro, elevan el nivel de los métodos de enseñanza convencionales, completan la labor de profesores y centros, favorecen la comunicación y relación entre alumnos y, en definitiva, abren el camino al ‘aula del futuro’.
Fuente: interempresas.net