Ofrecer formación mediante realidad aumentada, va a permitir que conceptos más complejos sean mucho más fáciles de asimilar para los estudiantes.
La pandemia aceleró el proceso de transformación digital y el sector educativo se ha tenido que adaptar a las nuevas tendencias y trascender en la integración de mundos virtuales.
Especialistas consideran que, así como las aulas virtuales e híbridas que ya están sustituyendo paulatinamente el aula tradicional por la nueva era de la educación, es prácticamente un hecho que pronto el metaverso emergerá como el entorno natural de enseñanza-aprendizaje para las nuevas generaciones.
De acuerdo con un estudio reciente de Wunderman Thompson, 75% de las personas económicamente activas dependen en mayor o menor medida de herramientas tecnológicas para sus actividades diarias.
Metaverso
La plataforma Smartraining señala que estamos en medio de un cambio cultural respecto al crecimiento exponencial en el uso de los entornos virtuales, ya que un estudio realizado por The New Consumer concluye que cerca del 50% de las personas de la Generación Z se sienten más identificados con ellos mismos dentro de los entornos en línea.
“En los últimos años, los gigantes de la tecnología como Microsoft y Facebook ahora llamado Meta (su nuevo nombre adoptado proyectando el impacto del metaverso) han comenzado a apostar por la innovación en los entornos de realidad virtual basados en los comportamientos y preferencias de las nuevas generaciones en relación con la tecnología y como esta está cada vez más arraigada en su día”, señala Gustavo Aguilar Joussé, CEO de Smartraining.
De tal manera que esto marca una tendencia en la transformación en varios sectores como el de la tecnología educativa o EdTech generando un impacto en el ramo y mostrando la revolución de cambios que se generarán en el mismo.
Smartraining señala seis tendencias que nos indican como las tecnologías del metaverso cambiarán la educación universitaria y la capacitación empresarial:
1. Potencial en los entornos virtuales: Se han masificado diversas plataformas que han aportado importantes avances para cimentar en las mentes de los estudiantes las dinámicas y códigos de comportamiento así como hábitos saludables de uso y medidas de seguridad. Este nivel de alfabetización digital sería impensable sin el boom de plataformas como Roblox, Minecraft o Fortnite que a temprana edad ayudan a los más jóvenes a adquirir habilidades formativas de la próxima década.
2. Incremento en la calidad del aprendizaje. Veremos un salto cuántico en la manera como las instituciones educativas reconfiguran su oferta académica para crear programas más flexibles y efectivos.
3. Gamificación y la enseñanza: La implementación de tecnologías inmersivas en el proceso educativo permitirá una experiencia más intensa y lúdica para los estudiantes que no solo mejorará su engagement con su propia preparación, también mejora la efectividad del aprendizaje.
4. Democratización de la educación. Con el desarrollo del metaverso para el sector educativo se presenta una oportunidad de un mayor mercado para el negocio de las instituciones educativas, incrementando su matrícula a geografías antes no exploradas, para crecer en sus mercados existentes o beneficiarse de mercados adyacentes.
5. Nuevas formas de entender al estudiante y al profesor: El profesor deberá adoptar más un rol de facilitador, mentor y guía. Mientras el estudiante dejará de ser pasivo para convertirse en el protagonista de aventuras que elegirá qué islas del conocimiento humano quiere conocer y dominar.
“La implementación del metaverso en el sector educativo conlleva múltiples ventajas y un cambio cultural sin precedentes, estamos todos juntos dando este salto cuántico hacia una forma completamente nueva de concebir la experiencia educativa. Una colaboración más estrecha de las Universidades con las empresas de tecnología y los sectores industriales permitirá transformar la manera en la que se capacita a los alumnos como al personal para exponenciar el aprendizaje de la nueva generación a niveles nunca antes vistos en la historia de la humanidad”, aseguró el CEO de Smartraining.
Ejemplos del metaverso en la educación
De acuerdo con la empresa de aprendizaje Pearson, muchas empresas alrededor del mundo están comenzando a desarrollar tecnología inmersiva 3D orientada a fines educativos. Facebook, en su sitio web indicó que actualmente están invirtiendo 150 millones de dólares en recursos de realidad virtual para el aprendizaje.
“Aprovechar el metaverso en la educación requiere que las instituciones se familiaricen con las tecnologías inmersivas que impulsan los entornos virtuales y que permiten proporcionar a los estudiantes una experiencia más próxima al mundo real”, señalan.
1. Campus virtuales en el metaverso. Una de las metas a mediano plazo de muchas instituciones de nivel superior es comenzar una migración digital radical hacia el metaverso. El objetivo es que alumnos de todo el mundo puedan asistir a un campus 100% virtual, idéntico al campus universitario real, y convivir simultáneamente con colegas y docentes en modalidad remota y presencial.
2. Simuladores con alta fidelidad contextual. Actualmente ya existen simuladores para estudiantes de carreras como medicina, aeronáutica o ingeniería civil, que implican un elevado nivel de complejidad y en las cuales un movimiento en falso puede llegar a ser fatal. Gracias a la tecnología, antes de salir a ejercer al mundo real los alumnos pueden practicar operaciones críticas en ambientes controlados.
3. Visitas virtuales alrededor de la Tierra (y otros planetas). Museos, ciudades lejanas, ecosistemas naturales e incluso diferentes épocas geológicas se pueden explorar gracias a la realidad virtual. Por ejemplo, el metaverso permitirá a un estudiante de inglés en Colombia o Brasil escuchar y practicar el idioma en entornos que emulan una ciudad de habla inglesa y con hablantes nativos.
4. Aprendizaje on the go. Si el alumno cuenta con unas gafas inteligentes, podría complementar sus recorridos por sitios de interés académico con toda clase de información adicional.
Fuente: Alba Servin/ eleconomista.com.mx